Fue el Convento da Graça el que dio nombre al barrio. Fue fundada en 1271 por la Orden de los Agustinos y posteriormente reformada y ampliada a lo largo de los siglos XV y XVI.
La iglesia del Convento da Graça es una de las principales atracciones del lugar, de estilo barroco y rococó, y se destaca por su fachada ornamentada y sus interiores ricamente decorados. La iglesia también alberga una importante colección de arte religioso, que incluye pinturas, esculturas y tallas doradas.
Convento da Graça también es conocido por ofrecer una de las vistas panorámicas más hermosas de Lisboa desde su terraza. Desde lo alto del convento se puede ver el Castillo de São Jorge, el río Tajo y varios otros atractivos turísticos de la ciudad.
El barrio de Graça siempre ha atraído a artistas callejeros, pero el año 2021 fue testigo de la explosión de este tipo de arte urbano. Los amantes del arte callejero encontrarán en Graça una aglomeración excepcional de obras de arte callejero, en particular los artistas Vhils, Shepard Fairey, Add Fuel, Mário Belém, Oze Arv, Sphiza, entre otros. Caminar o tomar un tuk tuk son las formas ideales de explorar el barrio de Graça, en los callejones donde el tranvía 28 y los autobuses no pueden entrar.
Muchos de los barrios más conocidos de Lisboa han perdido su carácter popular, ya que los hoteles y airbnb han ido expulsando a los residentes a zonas periféricas, sin embargo el barrio de Graça mantiene sus características más genuinas, siendo un barrio tranquilo y residencial, con un ambiente relajado y agradable. Los lugareños son conocidos por ser hospitalarios y acogedores, lo que hace que el vecindario sea una excelente opción para quienes buscan experimentar la cultura portuguesa.